Es incluso algo poético. Una metáfora de
la gestión municipal de la capital cántabra. El Ayuntamiento de Santander nos
quiere atrapar con sus tentáculos para sorbernos el dinero con impuestos. Ha
sido lo más original que ha visto la ciudad en años… Lo cual dice poco (y
mucho) de la típica ciudad pequeña y provinciana. Y eso que llenaron a rebosar
la Plaza porticada de basura para hacer una foto. Ya saben, intervenciones
artísticas. En este caso, un Kraken parece haber atacado el Mundial de vela de
Santander comenzando por el Consistorio. Julio Verne sigue vivo y antes de
atracar en Vigo hizo escala en la capital cántabra (No fuera malo).
Este proyecto loco forma parte de la VI
Muestra de Artes Fantásticas, que también hace escala por todo el norte del
país, y sus autores son los británicos Luke Egan y Pete Hamilton, el dúo ‘Filthy
Luker’ (Arriba se puede ver su trabajo en algunas ciudades europeas). Estos artistas de Bristol utilizan elementos inflables de grandes dimensiones para variar la percepción que
tenemos de espacios y edificios urbanos utilizando el humor y la sátira.
A Santander han traído algo ya utilizado (o muy parecido) en otros edificios similares, pero la ciudad se ha dividido… Los ciudadanos más
mayores no acaban de entender estas cosas tan “modernas” y lo califican de
absurdo mientras que los jóvenes están encantados con algo que les ha epatado. Generalizando,
claro.
Los cinco gigantescos tentáculos del cefalópodo son como los cinco jinetes
del Apocalipsis santanderino: el qué dirán, el de toda la vida, el yo no me
muevo, el ya lo decía yo y el de buena familia.
El pulpo no durará mucho en el Ayuntamiento. Ni una semana. Ya podían ser
las legislaturas así de cortas cuando se hacen mal las cosas.
Para terminar con el malévolo Pulpi, el héroe local
Sardi, la mascota del Mundial, podría derrotarle en un combate bestial digno de
un cómic de la Marvel, pero no; serán unos operarios grises los encargados de
deshinchar al monstruo.
Es una pena que Santander no se convierta en una
Gotham náutica en la que un superhéroe salve el evento del Mundial de vela… SuperSardi,
el guerrero escamoso de perpetua sonrisa peleando a muerte con el pulpo gigante
de la burocracia. La casta de las ventosas. Sin politizar. Tras derrotar a
Pulpi, la lucha contra villanos de talla internacional no cesaría. El clásico
archienemigo de Sardi, Muly, y otros muchos. A la mascota del Mundial le crecen
los enanos. Quizá el próximo malvado podría ser Gaviotín o Caos, algo que
conocen muy de cerca los organizadores del evento deportivo. A Sardi no le va a
faltar trabajo estos días, aunque sea un trabajo de mierda, de esos que ahora
denominan con eufemismos: un mini-job. Los mini-jobs de Hércules.