Los comentarios que
se escuchan en La Duna son increíbles, a veces parece que en una de las carpas
de hostelería sirven bebidas con LSD. Una señora afirmaba rotunda que el
Mundial de tierra tendría una actuación de gala el sábado en el Palacio de
Festivales (aclaro que en realidad es en el Palacio de los Deportes, recinto en el que casi nunca hay deporte): el espectáculo 'Medusa' de la bailadora Sara Baras. La maruja
explicaba a su amiga con todo lujo de detalles que todo era muy bonito,
ambientado en el fondo del mar, con medusas y caballitos de mar danzando... Surrealismo. Estuve a punto de darme la vuelta para dejarla en evidencia y explicar que
'Medusa' transcurre en la antigua Grecia y que nada tiene que ver con el mar y
el Mundial de vela, que representan la Medusa mitológica, aquella que tenía una
mirada que convertía en piedra. Y así me quedé yo mirándola fijamente sin
ningún resultado pétreo.
Me canso de explicar
que el pulpo que atacó el Ayuntamiento de Santander tampoco tenía nada que ver
con el evento deportivo, pero da igual. Otra mujer le dice a su marido que
"la bahía de Santander es la segunda más bonita del mundo y que igual gracias
a la grada de Zaera pasa a ser la primera". En fin, no hay tal
clasificación... Cualquier ciudad se puede apuntar al Club de la Bahías más
bonitas del mundo o incluso crear un nuevo ente para las ciudades más náuticas
de las galaxia. También estoy harto de escuchar que la bahía es el mejor campo
de regatas del mundo... Ya en el primer intento de organizar un Mundial de
clases olímpicas, el Mundovela de Cádiz en 1992, se decía que la Tacita de
Plata tenía el mejor campo de regatas del mundo. Rita Barberá, la alcaldesa de
Valencia, asegura que el mejor campo de regatas del mundo está en su ciudad… Y
la lista del mejor campo de regatas del mundo es infinita: Weymotuh, San
Francisco, Palma de Mallorca…
El Diario Montañés
publica todos los días una entrevista tipo test a regatistas de todo el mundo.
Una de las preguntas es si conocen al golfista cántabro Seve Ballesteros y otra
si han escuchado hablar de la famosa cueva de Altamira. Ninguna de las dos
encuentra respuesta afirmativa nunca. Un jaque mate al obliguismo cántabro. Somos
algo fantasmas si pensamos que nos conocen en todo el mundo y la realidad nos
da un tortazo cuando un sevillano no tiene claro si estamos en Asturias o en el
País Vasco. Por otra parte, muchos regatistas destacan que es un buen sitio
para el surf y que volverían para practicarlo o que lo han hecho durante estas
semanas.
El Mundial de tierra
y el Mundial del agua parecen el Doctor Jekyll y el señor Hyde. No hay mucha
comunicación entre ellos, aunque comparten cuerpo. Es indudable que la cita ha
sido un éxito de afluencia de público. Un éxito incluso inesperado para todos.
Por venir ha venido hasta el Rey Felipe VI y lo hará el presidente del Gobierno
de España, Mariano Rajoy.
La gente pasea sin
más sin tener mucha idea de nada lo que sucede. Las actividades de ocio
vendidas a granel por el Ayuntamiento son más bien discretas: más de 350 actos.
Alguno tan "exitoso" como una clase de aeróbic con 12 participantes.
La parte deportiva y
la de ocio, que organizan la Federación española de vela y el Ayuntamiento de
Santander respectivamente, comparten el caos. El Mundial se ha tenido que
improvisar por falta de dinero y problemas en la dirección del estamento
federativo. El espacio ha sido el principal problema de todo. No hay apenas
baños en la zona del Dique de Gamazo ni aparcamientos. También la falta de
personal cualificado. Los voluntarios ayudan… pero no es lo mismo en labores
que requieren especialización. Sí es cierto que todo se ha ido solventando más
o menos de una manera correcta.
No han faltado los
robos. Al regatista danés Nikolai Bunl le robaron la maleta en Bilbao y las
delegaciones de Finlandia y China sufrieron un hurto en el recinto del Barrio
Pesquero, que no tenía vigilancia… Y solamente se puso después del incidente.
En el agua ha sido
complicado balizar los campos de regatas. Las condiciones meteorológicas no se
lo han puesto fácil a los organizadores y más cuando hay pocos medios.
El viento siempre es juguetón
en este tipo de eventos. Los nuberos, seres de la mitología cántabra que
controlan el tiempo, deben ser de ser del PRC y han intentado sabotear el
Mundial. Sur alocado y hasta un sudeste inédito en la bahía ha soplado estos
días o no se ha movido una hoja… En el estadio náutico podían haberse arrancado
con un “¡Eolo, cabrón, saluda a la afición!” ahora que la vela es un deporte
con público.
Y de la vertiente política tiraremos
de una de las reglas de oro de la navegación deportiva: “El que viene por la
derecha tiene derecho”. El alcalde de Santander ha sido un visionario, cuando
la tormenta amenazaba con tragarse el barco del Mundial, permaneció sujetando
el timón con fuerza y teniendo claro el rumbo a seguir. Oh, capitán, mi
capitán. Ya lo anunció hace meses: ahora estoy solo, pero cuando el Mundial sea
un éxito muchos se querrán subir al barco… El oráculo De la Serna ha dejado en
pañales al de Delfos. Todo tan olímpico. El PP ha llegado por la derecha y a
toda vela, aunque el tiempo dirá qué queda de todo esto y qué se guardó bajo
las alfombras.
Y los dos primeros oros del Mundial
se han ido para Holanda. Los Países Bajos en todo lo alto.
El Mundial de vela está siendo un
éxito, un caótico éxito. La cobertura televisiva y de los medios nacionales
está siendo mínima, aunque es una gozaba seguir las Medal Races por la web del
evento en streaming. El domingo se pondrá el punto final con una ceremonia de
clausura sencilla que seguro que vuelve a congregar a una multitud. Santander
mira de nuevo al mar. Santander siempre fue la novia del mar.