Ripoll lo tenía meditado. No fue
algo espontaneo… El palo a la organización, que corre a cargo de la propia
Federación (aunque parece que todo lo gestiona el Ayuntamiento de Santander),
fue bastante fuerte y eso que le habían calmado al respecto. Demasiadas carpas,
conciertos y desfiles, pero los regatistas no están tan a gusto como parece. No
son los mundos de Yupi, o de Sardi. Este
Mundial de vela sigue teniendo una cara B nada glamourosa. «Se está dando
mucha importancia al evento y poco a nuestra preparación. Los deportistas no
nos sentimos protagonistas», disparaba Ripoll en nombre de todos.
El Mundial de Santander tuvo casi desde el principio muchos problemas de organización y financiación con alguna trama oscura de corrupción que terminó en los juzgados y eso se ha ido arrastrando hasta los días previos de su celebración. Se ha mejorado en todo, llegaron patrocinadores y se solventaron muchos de los entuertos… Pero a la carrera. Ripoll también lo recordaba en su intervención: «Este Mundial se gestó en un tiempo complejo, de crisis económica y de cambios. Todos sois conscientes de los problemas que ha tenido la organización de este Mundial, pero los deportistas debemos mantenernos al margen y estar concentrados». Resulta significativo que se pidiese a los medios de comunicación abstenerse de preguntar a los deportistas por la organización del evento… Normalmente, los anfitriones echan flores a los organizadores y se muestran felices de competir en casa. Aquí, prefieren no hablar ni meterse en líos.
Al director de Preparación se le vio
muy defraudado por las condiciones que sufren para entrenar: « El lema inicial del evento es ‘By
sailors for sailors’ (‘Por regatistas para regatistas’), pero los regatistas no
nos sentimos realmente los protagonistas». Sobre todo es
un problema de espacio. Las instalaciones del CEAR de vela están saturadas y la
Duna está todavía sin terminar. Las embarcaciones no caben y eso que todavía no
han llegado todas. «Si llueve
esos días el Mundial será un caos, faltan lugares a cubierto y aquí estamos ya
hacinados», comenta un regatista. La playa de Los Peligros será cerrada
al público, algo que inicialmente no estaba previsto, y se intentará solucionar
parcialmente el problema con algunas carpas. En esta ciudad todo se arregla con
carpas.
Después de la rueda de prensa el equipo español subió a la famosa Duna diseñada por el arquitecto Alejandro Zaera (aunque su proyecto inicial fue modificado para ahorrar costes) para realizar una foto de familia. Para acceder al llamado estadio náutico hubo que apartar una valla de obra. Los operarios se afanaban en dar los últimos retoques por todo el recinto y en el exterior asfaltaban el carril bici y pintaba las líneas de la carretera. «Me recuerda mucho a los días previos de los Juegos Olímpicos de Atenas», comenta un deportista. Nivel Grecia en organización. La ISAF todavía no ha cerrado la inscripción de barcos pese a que se ve que pueden desbordar a la organización. Se cobra por cada uno de ellos y hay que hacer caja.
Para colmo de males, el Mundial parece gafado, la opción de
medalla más segura que tenía España en esta cita se ha esfumado con la lesión
de Tara Pacheco. Su pareja en la clase Nacra, Iker Martínez, tiene claro que es
imposible que se recupere a tiempo. Lo peor es que el equipo español podría
perder la plaza en esta clase para los Juegos de Río porque la otra pareja
participante, Toni Rivas y Eli Llargues, tienen muy complicado clasificarse
entre los diez primeros.