Richard Tovey es el director del equipo Newbride Motorsport, que está
preparando su participación en las series europeas de Le Mans, ELMS, en la
categoría LMP3. La prueba de resistencia sigue generando toda una mitología a
su alrededor y es, sin duda, una de las citas del motor más importantes del
planeta. Tovey visitó por primera vez el circuito de Sarthe en 1984, hace 31
años. “Para
ser honesto fueron simplemente unas vacaciones de acampada. Fui con un grupo de
unas 20 ó 30 personas que glorificábamos los deportes de motor desde Portsmouth.
Llegamos al circuito en la
noche del jueves, pusimos las tiendas y pudimos ver la práctica de
clasificación mientras disfrutábamos de unas cervezas… Cuando terminó logramos
acceder a una zona del paddock para asombrarnos con el emblemático Porsche 962,
el fabuloso Lancia LC2 o el Mazda 727c. Desde entonces volví de forma continua durante
15 años. Sin embargo, el verdadero hito de Le Mans para mí llegó en 2002, Cuando
Chris Ward y yo participamos en la primera edición de Le Mans Classic con un espectacular
1972 Lola T-290. Fue mi
primera experiencia en el circuito de Sarthe en condiciones de carrera. Fue una
experiencia que recordaré para siempre”, rememora.